Esta tarea consiste en comprobar que en una obra, lo que se va ejecutando coincida con lo proyectado dentro de las precisiones exigidas en el pliego de condiciones.

Para ello, se realizan toma de datos periódicas en cada una de las fases de la obra y se compara el resultado con el que se había proyectado cuando se diseñó la obra en cuestión. Es una manera de asegurar la correcta ejecución de una obra.